el litio como enclave político económico y social.


Introducción.

Es sabido que actualmente existe un proceso de licitación para la explotación del recurso Litio, recurso que es abundante en la región, específicamente en el salar de Atacama, la presencia de este mineral es cuantiosa y de fácil extracción. Lo que permite hoy por hoy fijar el interés económico en su presencia estratégica en el norte de nuestro país. Sin embargo, al mismo tiempo, existe un proceso reflexivo de mayor impronta y desafío sobre el rol del Estado y la acción político-económica que decide encausar por medio de esta licitación. Bajo esta misma idea, y luego de la apertura de las comunicaciones en el mundo, no siendo la excepción Chile, la población ha sido capaz de observar y tomar conciencia frente a dicho fenómeno, teniendo en cuenta la similitud que posee con lo que sucedió con el cobre, es ahora una oportunidad real y concreta para que el Estado opte por un rol interventor y provoque que la extracción de dicho mineral sea de carácter nacional.
La intención de este informe es realizar un monitoreo respecto de este proceso de toma de conciencia de la población en torno al conflicto y entrega de este recurso, así como dar cuenta del por qué existe una tendencia casi natural por parte de las cúpulas de poder para externalizar los recursos naturales del país convirtiéndolos en enclaves económicos que contienen el beneficio monetario mínimo para la nación.
En tiempos de movimientos sociales que exigen por cambios que involucren la democratización en la participación del proceso de toma de decisiones, se hace necesario que con una planificación estratégica y racional adecuada para la realidad nacional se haga senda para industrializar en forma alguna esta nueva etapa que conlleva el Litio para el país hacia el mundo.
Es el Litio en la actualidad declarado como un recurso estratégico, del cual las cúpulas en el poder parecieran querer prescindir por bienes e intereses económicos que reducen los beneficios a cierta parte de la población que no compromete a Chile por completo. Es aquí donde queremos hacer hincapié en la reflexión que genera este conflicto y para aquello debemos comenzar aclarando ciertos conceptos y relaciones que nos servirán para realizar una sana y humilde prognosis de nuestro parecer frente a la problemática.
De esta manera el interés contingente de la temática que proponemos gira en torno a la lógica de países subdesarrollados o en vías a Desarrollo, cuales pretenden o mal entienden que el camino hacia el mismo se ubica estratégicamente en el crecimiento económico.



El Litio como enclave político

Como ejemplo, ya conocido, hemos de citar la situación histórica que ocurrió y permanece con el mineral del cobre, que en su mayoría se encuentra en el norte grande del país. La extracción del mineral es realizado por mano de obra chilena pero financiado por capitales extranjeros, a excepción de CODELCO, la gran minería sobre el cobre está dictada por empresas extranjeras, llevándose las utilidades fuera del país y no reinvirtiéndolas dentro del mismo.

Es de esta manera que Chile se caracteriza por ser un país conformado en su norte grande por empresas prestadoras de servicio a la gran minería del cobre.
En el caso actual, el Litio aún no llega a este punto, sin embargo como su demanda comienza a crecer, el Estado ha dejado entrever la posibilidad de llevarlo a licitación donde pueden hacer ingreso capitales extranjeros lo que provocaría el mismo efecto de lo que fue el cobre.

El escenario es de incertidumbre pero la población hoy es más consciente de lo que ocurre a su alrededor respecto del litio, entienden que deben evitar su licitación, sino el beneficio por ingresos se reducirá notablemente.

¿Qué pasa si el Litio se transforma en un enclave político?

Económicamente siempre hemos sabido relacionar a cúpulas de alto poder con los mayores ingresos salariales o especulativos que existen dentro del país, en este caso, se repetiría la misma ecuación, si el Estado chileno privatiza el litio habrá un sector capitalista avanzado que mantendrá relaciones directas con los capitales extranjeros que se lleven el Litio y su excedente, aquellos que mantengan ese contacto podrán acceder mediante convenios y/o arreglos a la posibilidad de obtener ganancias grotescas, dejando de lado al grueso de la población, tanto mano de obra como un país por completo que debiera captar beneficios por la producción de este mineral.
Existe un concepto acuñado por Gunder frank[1] que es el de lumpenburguesía, el cual hace estricta referencia a estos grupos que pertenecen al sector de los poderosos y se relaciona con la idea de un capitalismo bastardo por  medio del cual perciben beneficios ellos mismos en desmedro de por ejemplo el concepto de Marx de lumpen proletario.

Con el litio sería y según la presencia de este tipo de lumpen, ausencia de innovación, prevalecencia de mercados monopólicos lo que derivaría en consumos suntuarios e individualistas. Lo que al mismo tiempo no permitiría la existencia de capacidad para desarrollar un proyecto autónomo e independentista que pudiera poner en tela de juicio el sistema actual de dominación, lo que claramente vendría a repetir el proceso que hasta ahora conocemos como el cobre.

Entonces hablamos de un enclave con presencia de un grupo dominante que preserva los intereses del capital extranjero o la existencia de un capitalismo nacional colonizado, pues tienen intereses comunes con las empresas extranjeras.
Pero qué es un Enclave, “Enclave se refiere por un lado, en geografía, a una zona aislada por un territorio que le es ajeno. Por otro lado un Enclave económico refiere a una actividad económica desligada de los otros sectores productivos. lo que proviene del exterior, modela su territorio e implantación. El concepto de enclave es un modo social de producción, no es aisladamente geográfico ni económico, sino económico geográfico y social a la vez, mantiene plena actualidad pero necesita ser adaptado” [2]

Así las cosas, El caso del Litio chileno, si pasamos el proceso de licitación resultarán en un enclave político, pues es claro que los intereses creados por parte de nuestra clase política en conjunto con el estado de dominación existente guiarán el objetivo de esta acción a una repetición de lo que sucedió con el cobre chileno.

En el caso de los países enclavados dependerán claramente del país que los esté enclavando, produciéndose así una dependencia organizacional y funcional según sea el placer o estrategia en este caso de la potencia económica mundial.

El Litio como Enclave social

Si como hemos revisado, producto de una enclavización política del litio, los intereses económicos y estratégicos se ven absorbidos por pequeños grupos (lumpenburguesía) que acumulan el capital según el beneplácito de los capitales extranjeros, no hay capacidad de independizarse del sistema de dominación, y por lo tanto los capitales no son reinvertidos en la propia nación, esto estimulará a que socialmente se solidifique aún más la desigualdad social. Es decir se produce un enclave social pues la población no beneficiada directamente con la extracción del mineral Litio, dependerá de lo que las clases que protegen el interés del capital extranjero estén dispuesta a “chorrear” para las clases más abajas o menos acomodadas.

Esto es, el lumpen proletario siempre estará a merced de lo que el lumpenburguesía pretenda en su consumo suntuario e individualista, no así, proyectar una inversión acorde a las exigencias y complejidades de la modernidad en torno a lograr la vía al Desarrollo. Se seguirá potenciando una sociedad marcadamente desigual y desequilibrada con una redistribución del ingreso mala y sin sentido.

Así por ejemplo, socialmente existe una fragmentación en la base, lo que no permite que los ciudadanos se agrupen en organizaciones que puedan actuar en bloque, estos vínculos productivos con el territorio se dan producto de una presencia de trabajo muy precario, en relación a lo que el enclave político le permite a los grupos capitalista avanzados mantener. Por supuesto a la élite le conviene mantener este tipo de fragmentación, por beneficio propio e interés personal; seguirán ganando más.

¿Qué pasa entonces si el Litio se transforma en un Enclave social?

“Un enclave social en consiguiente desarrolla programas para el fomento y consolidación del tejido social, y muy especialmente la promoción del voluntariado, entendiendo que es un elemento imprescindible para la participación ciudadana y el estado del bienestar. Asimismo, propone unos servicios de consultoría, asesoramiento y formación con el fin de que  las organizaciones sociales pongan todo su esfuerzo en la consecución de sus fines estatutarios.

Enclave Social realiza acciones de promoción del emprendimiento y la consolidación de una cultura empresarial en nuestro entorno.  Así también la formación de profesionales en el ámbito de las políticas activas de empleo, como agentes transformadores de cambio en el mercado de trabajo.

Enclave Social cree en el valor y el talento de las personas, y la importancia del empleo como elemento clave en la inclusión social. Así impulsamos y desarrollamos programas de políticas activas de empleo e inclusión social con instituciones públicas y privadas.

Una sociedad se construye desde la iniciativa, la innovación, la creatividad, en un proceso permanente de generación de cultura, de bienestar social, de riqueza y de conocimientos. Desde Enclave Social, queremos participar y dinamizar en el marco económico y social, desde la construcción y generación de ideas en el contexto de la globalización de la economía, la incorporación de las nuevas tecnologías y la organización del trabajo”.[3]
Según estas definiciones de orden práctico podemos argüir que hacer del litio un enclave seguirá haciendo depender a la ciudadanía de los capitales extranjeros para poder y tener que desarrollar capital humano que responda a las necesidades de aquellos que son sueños del capital invertido. Siendo así se mantendrá la ausencia de innovación y más bien el aprendizaje permanecerá estancado en la copia o imitación de modelos extranjeros, ajenos a la realidad latinoamericana y chilena, para qué mencionar la nortina.

Socialmente entonces el Litio, como lo es el cobre, seguiría promoviendo desigualdad, reproduciéndola sin peros, sin embargo hay una etapa reflexiva en las personas, sindicatos, estudiantes y civiles en general que da cuenta la toma de conciencia, el asunto está en que como se plantea, debemos ser capaces de sortear el problema a organizarse y empoderarse, sumada a esta causa debemos agregar que el conflicto también adquiere un carácter de índole ambiental, lo que genera una exigencia aún mayor.

El litio como enclave Económico

Como tercer punto en nuestro desarrollo ofrecemos una mirada a la parte económica del enclave Litio, aclarando de manera inmediata debemos decir: “los agentes económicos locales no controlan la producción que se genera en la región. La economía del enclave no funciona como un sector dinámico que integra toda la economía nacional o local, es generalmente una prolongación tecnológica y financiera de economías más desarrolladas. Su relación con el resto de la economía es principalmente a través de su vinculación con el mercado mundial.[4]

Hay entonces y si se quiere nuevamente en comparación con el cobre, a excepción de CODELCO, aquellos inversionistas locales no tienen ningún control sobre cómo y qué se produce del recurso mineral luego del supuesto de haber entregado dicho recurso a capitales extranjeros.

Sumado, claramente a esto, es esencial comprender que los capitales, entendidos como utilidades, logrados de la producción del recurso Litio no serían reinvertidos en la misma región, sino que llevados al extranjero, insistiendo, como dijimos más arriba, en que los únicos beneficiados directos resulta la clase capitalista avanzada que defiende los intereses económicos afuerinos.

¿Qué pasa entonces si el litio se transforma en un enclave económico?

Se entiende que hay presencia de una economía dual compuesta por un sector capitalista avanzado, al cual ya hemos hecho referencia, quienes se quedan con el capital dejado por los extranjeros (la minoría) y aquel sector capitalista tradicional, quienes representan al grupo mayoritario pero que sin embargo no ven beneficios económicos directos desde los capitales extranjeros y dependen nuevamente de lo que el primer sector mencionado (S.C.A) estén dispuestos a negociar. Este es el sector capitalista tradicional (S.C.T). En los países desarrollados el excedente de la producción, ganancias, utilidades o ingresos se invertía en el S.C.T lo que claramente permitía el Desarrollo de estos países, es más son países desarrollados por la existencia de comunicación entre estos dos sectores:


S.C.A                  S.C.T


 
                                                     COMUNICACIÓN

Esta comunicación hace referencia económica a la reinversión de los capitales producidos en sus respectivas áreas. Sin embargo y por el contrario, en Chile no sucede, con el cobre, lo mismo y no sucedería, que es nuestro interés con el Litio. Al existir un S.C.A que cuide intereses de capitales extranjeros, negará la comunicación económica y subsistémica en relación a la reinversión de los ingresos generados por la producción  del recurso Litio, existe más bien una reticencia a conformar una alianza estratégica y oportunista con alturas de mira respecto de un nuevo proceso de industrialización en el país.

Conclusiones

En un mundo altamente complejo, donde las necesidades son cada vez mas marcadas y diferenciadas por poder adquisitivo, si Chile o el Estado de Chile realizara un acto voluntad que permitiera la producción del Litio al mismo país , existiría de buen juicio posibilidades estructurales tales como:

1.    En el ámbito social; promulgar un mejoramiento en el capital humano y cultural como conformadores de identidad y trabajo en el país.

2.    En el ámbito político permitiría una mejora en la legitimidad y representatividad por parte de nuestras autoridades, lo que permitiría mayor cohesión social en el campo de acción de un Chile más unido y justo.

3.    En el ámbito Económico: estimularía, según como lo pide la ciudadanía, una mayor posibilidad de ecualizar las realidades salariales y de redistribución de los ingresos, acortando realmente la brecha entre pobres y ricos que existe en el país.


En el plano macro y genérico estos tres puntos según la temática abordada resultan en el motor inicial que un acto de voluntad como lo requiere la extracción y producción de litio pudiere generar en nuestro país, existen muchas otras razones ligadas unas con otras y que en su diferencia, caminan tomadas de la mano, a lo que nos referimos es que las posibilidades de que el Litio se transformara en un Enclave político, económico o social no son por separado, sino que son elementos que están implícitos dentro del fenómeno.

Es por lo cual, nuestros líderes o aquellos que se hagan llamar como tal tengan altura de mira, capacidad técnica y administrativa para realizar un diagnóstico real y concreto, público sería lo mejor, para lograr una planificación de desarrollo estratégico que involucre a Chile por completo, llamando a la descentralización como un proceso que debe ser reactivado al mismo tiempo y cuidando, que en el mejor de los casos habiendo superado el enclave extranjero no se transforme en un enclave nacional.

El Litio y el cobre son para todos los chilenos





























Bibliografía


Cademartori, J: inversión extranjera en el Desarrollo de la región minera de Antofagasta  (Chile): Historia y perspectivas.



http://www.sn2.cl/index.php/directorio/87-chile-y-el-litio


[1] Lumpenburguesía: Lumpendesarrollo. Dependencia, clase y política en Latinoamérica, 1972.
[2] Cademartori, J: inversión extranjera en el Desarrollo de la región minera de Antofagasta  (Chile): Historia y perspectivas. Pág 21.
[4] Cademartori, J: inversión extranjera en el Desarrollo de la región minera de Antofagasta  (Chile): Historia y perspectivas. Pág 21.

Comentarios

Entradas populares de este blog

aportes de James Petras y Antonio Negri.

Júbilo