aportes de James Petras y Antonio Negri.

contingencia mundial.
En un contexto histórico-social determinado, marcado por la diversidad de pensamientos, manifestaciones culturales, guerras, pobreza, abundancia, afanes de poder, intelectualidades incipientes y otras en el ápice de su producción, se nos abre una realidad que para muchos tiende a ser desconocida, tanto por desinterés, como por la manera en que se construye la historia.
            Esta realidad tiene referencia al mundo de las ideologías en el orden de lo político. Un viejo amigo solía decir: si lográramos hacer desaparecer todas las ideologías, podríamos construir un mundo nuevo  con un camino distinto, renovado y positivo, sin embargo dentro de las imposibilidades es que se enmarca esta opinión más bien utópica.
            Las ideologías se encuentran sobre el mundo de las intelectualidades hace un largo tiempo, las propuestas ideológicas contienen una carga política que sustancialmente guían finalidades y objetivos que se tergiversan y conducen a escepticismos, modificaciones y convencionalismos que intentan mantener desde la especulación teórica un orden en el ámbito de las ideas y lo social.
            Bajo este contexto es que se configuran personalidades que aportan al debate político-ideológico, ofreciendo argumentos que buscan el camino a establecer bajo tan contrariado escenario, las diferencias en este campo y por sobre todo en el momento que se ven reflejados en la práctica.
            La aparición, en este plano, de dos figuras relevantes de una izquierda, que bajo mi opinión se encuentra en un sueño profundo y letargoso, temerosa en el gran sentido, de la participación y acción directa frente a la situación actual en la sociedad mundial, esta izquierda que al mismo tiempo se encuentra mundialmente desdibujada debiese cumplir un rol mucho mas activo dentro de los cambios y movimientos que forman la dinámica social actual. Todo esto como una apreciación personal.
            Por consiguiente los aportes que entregan al respecto Toni Negri y James Petras ofrecen una revisión del realismo político que afecta al globo sin excepción alguna.
            El dominio político ideológico que está presente en nuestra sociedad mundial, por lo demás, tiene la característica de posesión (conquista) regulan tanto el Estado-Nación propio, como con el afán de extender éste dominio a lugares estratégicos que presentan un beneficio ventajoso en torno a recursos naturales, como cualquier otra forma de producción de riqueza. Entendamos que en la actualidad el orden político-económico, no marca diferencia si decimos económico-político, ambos fenómenos cuentan con un poder ilimitado que es razón y fundamento para la existencia de la acumulación y mantención del poder (político) y la riqueza abundancia (economía).
            Por otro lado, convengamos que también bajo una apreciación personal, lo político y lo económico resultan fenómenos de carácter homogéneo llevando a una crisis con el fenómeno heterogéneo que resulta de lo cultural.
            De esta manera y en consideración de que el dominio del cual hablamos comprende las superposición de uno sobre otro, dictamina la puesta en práctica de un país, con el mayor grado de competitividad al cual se le conoce como potencia mundial.
            En este sentido los aportes al debate político interno y externo de, por un lado James Petras y Toni Negri, por el otro, han configurado dos divisiones que epistemológicamente aportan teórica-conceptualmente a la construcción interpretativa de la realidad actual bajo dos grandes acepciones la de imperialismo y la de imperio, respectivamente.
            “El fenómeno de lo político puede ser comprendido mediante la referencia a la posibilidad real del agrupamiento amigo-enemigo, prescindiendo de las consecuencias que de ello se derivan en cuanto a la valoración religiosa, moral, estética, económica de lo político mismo.” (Aguilar, O. “Carl Schmitt el teólogo de la política”).
            James Petras, quien se distingue por su filosofía y por haber sido colaborador del ex presidente: Dr. Salvador Allende Gossens, aborda el conflicto entre clases sociales, imperialismo, Estado y la transición a la democracia. En particular nos interesa realizar un análisis entre las propensiones propuestas por los mencionados autores y para Petras en primer lugar, cómo ingresa con la revisión de la rivalidad entre las distintas potencias imperialistas, el repliegue de los intelectuales críticos y las contradicciones del socialismo de mercado.
            A este respecto el Estado imperial que conjetura Petras impone nuevas reglas que moldean el comportamiento de los demás Estados. Este Estado imperial responde a las demandas y los intereses de sus capitalistas a fin de realizar actividades lucrativas a nivel mundial, propone al mismo tiempo y lúcidamente cómo es que el término imperialismo es suplantado por el de globalización.
            Y en relación a la globalización cómo es que su efecto beneficia solo a las élites locales e internacionales, asociado al cambio estructural que esta ha promovido en un tema como el ajuste económico; las deudas de privados son asumidas por el Estado, los bancos acreedores han recibido miles de millones para menguar la problemática; las organizaciones de las clases trabajadoras han sido aplastadas o dramáticamente debilitadas mediante la represión y las consecuencias económicas del ajuste.
            Por lo tanto para Petras el ajuste estructural sería una forma de lucha de clases con otro nombre, organizando un cambio drástico en término de poder de clases en beneficio de los ricos y privilegiados.
Por consiguiente, argüir sobre la problemáticas sobre ideología requiere de una visión clara con respecto a la situación del país que ostenta la categoría de dominador y es en este caso que nos referimos a Estados Unidos, como la gran fuente de poder y conflictividad por el dominio que establece sobre sus pares internacionales.
            El caso de Irak en la actualidad, Guantánamo, y los financiamientos para la introducción de los procesos de democratización en América Latina y el Caribe, mediante los estados de seguridad nacional (dictaduras) que  se preocuparon por introducir el modelo neoliberal de corte capitalista que actualmente predomina en el globo.
            La formación del imperialismo como lo propone Petras, proviene desde la instauración de definiciones que la historia misma ha brindado como proceso, nos involucra en cuestionamientos y especulaciones que desde la minoría contestaria no intervienen de manera concreta, esto debido a la calidad de sistema impuesto y embaucador denominado primer mundo, el cual no permite la participación de las capas sociales más bajas sino es en términos de producción, agregado a esto la finalidad ulterior de la mantención y permanencia del poderío mundial que en este caso mantiene U.S.A, qué instancias permiten que se genere este contexto permanente de hacia un camino de dominio único.
            En Petras la composición del dominio político estadounidense tiene una preponderancia, como lo hemos expresado más arriba, claramente económica y en este sentido el dominio que ostentan las grandes empresas sobre el mercado laboral y el proceso electoral en Estados Unidos tiene un propósito: la expansión por los países extranjeros y el control de los mercados y de las oportunidades de inversión. Por ejemplo, la expansión financiera de EEUU en América Latina causa graves conflictos porque las concesiones políticas que exigen las multinacionales estadounidenses sabotean con frecuencia el nivel de vida y provocan la resistencia popular. Asegurando regímenes políticos favorables a las políticas de libre mercado, Washington y Wall Street han procedido a cosechar los beneficios de esa nueva era sin gran publicidad ni mucha preocupación por las consecuencias para la región.
            Con mucho la suerte que corre, mundialmente, se expresa en la idea de mantener nuestro aparato estatal y estructural dispuestas a las modificaciones que desean establecer los estadounidenses y lógicamente privilegiando a un grupo determinado, que no necesariamente incluye el bienestar de la población en general.
            De otra forma encontramos a continuación a Antonio Negri, quien tiene una ascendencia principalmente opositora a los regímenes políticos establecidos por las o la potencia dominante, su padre fue fundador del partido comunista italiano, y durante sus estudios se involucró tempranamente en participación de grupos críticos del lado izquierdo y comunista.
            Para entender la importancia de Negri en el debate que se ha establecido con rasgos marcadamente ideológicos, como lo hemos dicho con antelación, es la diferencia que establece entre lo que para él correctamente debiese considerarse como Imperio, antes que imperialismo, como lo propone Petras, es a este respecto que el Imperio global es algo distinto al clásico imperialismo y sería un grave error teórico confundirlos a ambos, según la apreciación de Danilo Zolo, en una entrevista realizada al teórico Negri. Donde al mismo tiempo agrega que, en Porto Alegre en particular, uno siente la extensión, la magnitud y la gravedad del peligro de que la construcción de un "movimiento de los movimientos" pueda confiar en Estados-nación. En tal caso, el pensamiento no-global terminaría adoptando formas equívocas de nacionalismo y populismo. El antiamericanismo y la fe en los Estados-nación siempre corren de la mano: esta es la última confusión que hemos heredado del socialismo tercermundista - que siempre me ha parecido una desviación tan grave como la del marxismo soviético.
            En este sentido la tendencia clara que establece Negri, de los errores en el andar práctico de las teorías socialistas indican cómo la formación de este imperio surge de una deslegitimización necesaria dentro de la fuente de alcance más interventora ideológica y socialmente, en vez de lo que se denomina neoliberalismo o el “capitalismo camuflado”, en mi opinión.
            El proceso de constitución imperial está en marcha. Es el límite hacia el cual los instrumentos del capital global ya efectúan avances concretos: son éstos instrumentos soberanos, económicos, militares, culturales. Pero es indudable que en esta fase el Imperio está caracterizado fundamentalmente por una gran tensión entre un no-lugar institucional y una serie de instrumentos globales (aunque parciales desde el punto de vista de la soberanía) utilizados por el capital colectivo.
            La constitución del imperio es un proceso constante, con una dinámica esencialmente propulsora de cambios estructurales que se observan en el beneficio ventajoso de las grandes minorías capitalistas, el dominio del cual hablamos sigue estando presente y resulta el punto de inflexión, a mi parecer, entre ambos pensadores.
            Sin embargo, las diferencias que presentan estos intelectuales, puntean el interés mundial, de los conocedores del tema, por un lado el imperialismo preconcebido desde hace ya un tiempo considerable, como lo habla Petras, no es correcto en Negri, pues como especula, el Imperio mantiene un inicio relativamente contemporáneo y con efectos notables sobre la modernidad tardía, ahora bien estos efectos sean desde el punto de vista de Petras o Negri, engendran intensos cambios culturales, movimientos que a escala mundial se han hecho presentes desde la aparición del fenómeno que se conoce como globalización.
            Los efectos de la globalización, entonces tienen directa y estricta relación con las propuestas que ambos autores realizan y esto en el sentido de que tanto imperio, como imperialismo, tienen un carácter mundial, la idea de una potencia dominadora es claramente intencionada en la lógica de una superposición de la potencia competitivamente dominadora sobre el resto de los países involucrados en el juego de la conquista mundial ideológica-política-económica.
            Sin embargo para Negri la capacidad del Estado-Nación estadounidense: ¿Qué significado tiene hoy la capacidad potestativa del Estado, ante la lex mercatoria, es decir, esa modificación sustancial de la ley privada internacional donde con seguridad son firmas legales y no los Estados-nación, los legisladores? En lo que concierne a la ley pública internacional: ¿Cómo no se puede sentir pena ante los patéticos intentos de relanzar a las Naciones Unidas en esta situación? El hecho es que hablar de los Estados Unidos como la maquinaria central de in proyecto estratégico imperialista global incluye todo tipo de contradicciones desde el momento en que el gobierno de los Estados Unidos reclama para sí una capacidad de comando exclusiva (como es implícito a las teorías modernas de la soberanía nacional y el imperialismo) No cuestiona que los Estados Unidos sea un poder global, sólo insisto en otro concepto: el mismo Estados Unidos está sujeto (o forzado a dialogar y/o contestar) a estructuras económicas y políticas distintas a sí mismo. El ataque terrorista del 11 de setiembre fue, entre otras cosas, también la demostración de una guerra civil entre fuerzas que pretenden estar estructuralmente representadas en la constitución imperial.
            Para Negri el imperio no es parte de un acto, sino más bien un proceso, en donde las masas aparecen con un finalidad de ruptura; procesos de lucha anticapitalista y esto antiglobalización, que constituyen los verdaderos movimientos globales. Una de las tesis centrales de su libro es la decadencia histórica del Estado-Nación como continente de poder. Sin embargo, si observamos los últimos acontecimientos, tenemos la impresión de que el ejecutor de lo que ustedes llaman "imperio" viene a ser el ejército nacional de los Estados Unidos, concretamente lo que llaman complejo militar industrial.
            En consiguiente la complementariedad que pudiésemos revelar entre ambos autores, se encuentra en la característica de fenómeno global, temporal y espacialmente ubicada en el contexto de la modernidad actual, interesante resulta en mi opinión las extensas modificaciones en la composición cultural que en dependencia de el patrón ideológico, comprueba que existen manifestaciones y movimientos en el orden del fenómeno cultural mundial,, que podemos apreciar desde una perspectiva micro y macro social en la configuración de nuevos comportamientos relativos a la respuesta que el medio impositivamente nos revela.
            La posible interpretación que nos ofrecen los intelectuales se encuentran en el marco de un realismo político que en la actualidad se disfraza en variadas formas y que sin embargo contiene un fin en sí mismo que involucra al globo en su totalidad, por ordenes de turno, la mirada de la izquierda contestaria es necesaria, independiente de las posturas y referencias personales y generales, esto porque en un sentido u otro sirve de contraargumento crítico y analítico para con las formas de dominio (imperialismo y/o imperio) que actualmente prevalecen y configuran la ideología globalizada de consumo, de legalidad de las armas, sobre ideologización, de la lucha por la humanidad, los conquistadores y salvadores del mundo conforman una relevancia que negativamente es ignorada por  muchos, que convulsionan a los que en realidad permanecen atentos a la información, contrastando y discriminando lo que es resultado de la globalización ideológica política y económica en la sociedad mundial.
            Imperialismo, Imperio, son las aproximaciones más reales de lo que sucede en el mundo, como posicionamiento sustancial de la parte opositora, es el ofrecimiento veraz de un análisis completo frente a los perentorios revestimientos de luchas sociales, independiente de agregar aquí a las clases o no, el efecto mundial es una lucha constante, permanente que como proceso histórico ha canalizado sus  consecuencias en el planeta.

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